Un juez es quien debe aplicar las leyes vigentes para determinar qué solución dar a un problema. Su finalidad, en materia civil, social y contenciosa, es resolver conflictos; en materia penal, investigar delitos y juzgarlos. Para ello, se sirve de las pruebas y evidencias que se presenten en un juicio, que pueden ser tanto a favor como en contra de la persona juzgada.